El silencio habla de distancia,
La distancia acerca el olvido.
Y en el olvido no cabe amor.
Ni amor cálido de amante,
Ni amor de amigo tranquilo.
El silencio es como puñal,
De acero frío y agudo.
Pero más frío y más agudo,
Y, por ser más, es más mortal,
Que hasta el alma,
es capaz de matar.
El silencio es elocuente,
Más que las palabras mismas.
Que, cuando no se encuentran éstas,
Es más sencillo callarlas,
Que, en callando,
a buen entendedor basta.
O no.
El silencio también es respeto,
El respeto conlleva tolerancia
y con ella, se respeta el silencio.
Respeto y tolerancia son amor:
amor de abrazo en silencio,
amor de silenciosos besos
y también, ¿por qué no?
amor que nace, se hace
y engrandece con unos versos.
Y los versos son palabras,
palabras que salen del alma,
que aunque no se pronuncien
nadie puede silenciarlas.
Que callando o con versos,
a buen entendedor basta.
MiraManolin, 2010