Sin perdón esperado concedido,
pronto he de volver de mi destierro
que, aunque aqueste fuere merecido,
la condena es dura como el hierro.
No me parece lícito castigo
el impuesto sin leyes ni juicio.
Que no es justo querer sacar de quicio
las palabras que no tienen sentido.
Pronto volveré con nueva camisa,
a recuperar mi honor, mi sitio
poco a poco, sin pausa ni prisa.
No volveré a bajar la cabeza
que al no ser ni ladrón ni bandido
espero ser tratado con nobleza.
Miramanolin, 2012